Demasiado se ha dicho y escrito acerca del supuesto vínculo entre el uso de los teléfonos móviles y el cáncer cerebral. Parece el cuento del nunca acabar o la novela en la que parece no pasar el tiempo. Ahora, se bare un nuevo capítulo.
Por un lado están quienes aseguran que los estudios no son concluyentes, por otro los que advierten sobre los efectos biológicos de los campos magnéticos.
Nuevamente lo móviles dan que hablar. Científicos estadounidenses advirtieron ante el Congreso norteamericano sobre el posible vínculo entre el uso de celulares y el cáncer cerebral podría compararse con la relación entre el cigarrillo y el cáncer de pulmón.
El director del instituto de salud y medioambiente de la universidad de Albany, David Carpenter, dijo frente la Cámara de Representantes que no pueden permitir que se repita lo ocurrido entre el tabaco y el cáncer pulmonar. «Estados Unidos afinó cada pequeño detalle de la información antes de advertir sobre los riesgos del tabaco», comentó.
Junto a Ronald Herberman, director del instituto de cáncer de la universidad de Pittsburgh, Carpenter explicó, además, que el riesgo de cáncer cerebral por el uso de celulares es mayor en los niños debido a que tienen cerebros más vulnerables que los adultos. «Debemos tomar recaudos a pesar de no tener evidencia concluyente acerca de la magnitud del riesgo», sostuvieron los directores.
«Tenemos que aprender del pasado y hay que trabajar mejor al interpretar la evidencia de riesgos potenciales», dijo Herberman. «Si tenemos en cuenta los cincuenta años que se tardó en establecer de forma convincente el vínculo entre fumar cotidianamente con el cáncer de pulmón y los setenta años que llevó sacar el plomo de la pintura, creo que está más claro que debemos actuar cuanto antes respecto al efecto de los teléfonos móviles», se sinceró.
(Continuará).