El desarrollo tecnológico en el área del entretenimiento obedece a la creciente demanda por alternativas más novedosas, y muchas veces inusuales, que ofrezcan una experiencia diferente a lo que uno está acostumbrado. Lo fue en su momento la aparición del CD, dejando de lado el uso del casete, y cambiando por completo la forma en que se escuchaba música y se almacenaba información.
Sin embargo, muchas veces se desarrollan dispositivos que no terminan por integrarse adecuadamente a la vida de los consumidores. Ya sea porque no cumplen con sus expectativas, no ofrecen beneficios resaltantes en comparación a la tecnología que buscan reemplazar, o porque la campaña publicitaria involucrada no fue eficiente durante el proceso de introducción al mercado.
Ese es el caso que involucra el declive de la tecnología 3D en los televisores. Que desde su lanzamiento no generó demasiado revuelo, y que hasta ahora sigue siendo una de esas tecnologías que, aunque existentes, no representan una variable contundente al momento de comprar un televisor.
Según el medio coreano ET News, LG y Samsung han decidido dejar de lado la tecnología 3D, sólo dedicando un 20% de su producción a los televisores compatibles, en comparación al aproximadamente 40% que estaba presente el año 2015. Asimismo, Sony ha optado porque solo sus modelos de gama alta tengan soporte con esa tecnología, prefiriendo enfocarse al desarrollo e implementación de dispositivos de realidad virtual.
No sorprende entonces, que los fabricantes más importantes de televisores hayan modificado el enfoque de sus productos y las líneas que manejan, optando por experimentar en otros aspectos y desarrollar nuevos formatos. De esa forma, es que vienen apareciendo nuevos modelos con resoluciones superiores, diseños curvados, y software orientado a la interacción audiovisual como si se tratase de una computadora. Solo siendo Panasonic la compañía que continua alentando el uso de televisores 3D.