Por primera vez en la historia de Microsoft se va a tomar una decisión que afecta a su eterno enemigo, Linux y a todo UNIX en general y es que ampliará su Control Center para la gestión y administración de equipos Linux y Unix desde sistemas Windows.
Con este tipo de decisiones, el objetivo de Microsoft es romper barreras y fronteras que en otros tiempos ha creado con tal de desmarcarse al movimiento Linux pero con el paso del tiempo, con la bajada de mercado del 24% de licencias Windows y el aumento incesante de Linux en los entornos de escritorio en todo el mundo a punto de superar a Mac y quedarse como el segundo sistema operativo más usado no le queda más remedio a Microsoft que dejar de ignorar a Linux y tomar medidas para no perder del todo a los clientes que está perdiendo a diario.
El System Center incluirá Gestión de configuraciones y gestión de operaciones entre plataformas añadiendo la gestión de aplicaciones a sus actuales capacidades de infraestructura.
Para conseguir todo esto Microsoft adoptará una aplicación de código abierto (algo innovador en la compañía de Redmond) como es OpenPegasus que es una implementación del DMTF (Distributed Management Task Force) del modelo CIM (Common Information Model) y el estándar WBEM (Web-based Enterprise Management).
Tanto RedHat, Novell, HP y Sun ya incorporaron esta función a sus sistemas operativos basados en Linux y la relación Novell-Microsoft pueden tener mucho que ver en esta decisión tomada por Microsoft.
Lo interesante del tema es que mientras crea estos centros de sistema para la gestión de equipos con otros sistemas operativos, Microsoft y su Windows sigue impidiendo la posibilidad de leer o escribir las particiones que no sean las suyas propias como son las de Linux así como chafando los arranques de GRUB o LILO a la hora de instalar Windows creando muchísimas dificultades a la hora de permitir que en un mismo equipo haya otro sistema operativo que no sea Windows.
Fuente: IDG